Reisinger – Soberanía de Dios es una obra de un solo capítulo corto sobre la soberanía de Dios o sea, Dios como rey sobre la creación.
La Soberanía de Dios en la Providencia
John G. Reisinger
Introducción
“Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas:
A él sea la gloría por siempre. ¡Amén!”*
—Romanos. 11:36
Hay seis principios básicos que rodean la soberanía de Dios en la providencia. Estas se encuentran en toda la Palabra de Dios y sostienen su mensaje de salvación. Es necesario entender y creer estos seis principios para poder comprender bíblicamente a Dios mismo y a la teología de su Gracia Soberana. La comprensión y la aplicación de estas verdades a la vida cotidiana, es el cimiento de la esperanza que lleva a uno al verdadero gozo en el Señor. Es imposible sentir la esperanza de la seguridad y la confianza en el corazón, mientras vivamos en este presente mundo tan loco, sin aquel conocimiento y apreciación de la Soberanía de Dios en la providencia incorporada en estas seis verdades bíblicas.
Lector, ¿entiende usted de manera muy personal, el mensaje de esperanza y de gracia que es presentado en la Palabra de Dios? o, ¿experimenta usted problemas cuando trata de entender como las cosas no encajan una con la otra? ¿Puede aplicar las verdades de la Biblia a su vida cotidiana? o, ¿le parecen las doctrinas de la Palabra de Dios muy ajenas a la vida real? Este artículo se ha escrito con el propósito de ayudarle a entenderlas con claridad y le ofrece ayuda en dos áreas específicas: (1) Está diseñado a ayudarle a entender lo que la Biblia en verdad dice y propone, y luego (2) le ayuda a aplicar ese mensaje a situaciones de la vida real en el mundo al que usted personalmente se enfrenta.
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SEIS PRINCIPIOS BÁSICOS
Quisiera primero darle una lista de los seis principios y luego explicárselos uno por uno:
1. Dios tiene un plan y un propósito bien definidos para el mundo (Job 23:13, Efe. 1:8-12).
Dios siempre está en control de todas las cosas y constantemente se ocupa en lograr suplan (Hab. 1:1-11; Isa. 10:5.,6).
Dios controla y usa a todas; las personas, aún al Diablo, en la ejecución de sus planes (Isa. 10:7-11; Sal.76:10).
4. Dios castiga a los que usa para lograr sus propósitos cuando ellos actúan sobre motivos equivocados. (Isa. 10:12-16; Hch. 2:23,24; Mat.27:15-26).
Todas las cosas provienen de Dios, pero el Diablo es el agente de toda la maldad (2Sam.24:1; 1Crón.24:l).
Aunque toda enfermedad y aflicción son parte de los propósitos de Dios y se encuentran bajo su control soberano, no es lógico deducir de esto que toda enfermedad y aflicción son castigos por haber pecado (Job. 1:1, 6 al 2:10; 13:15).